Piedra en el Zapato

TRES REGALOS PARA MAMÁ

 

El rol de las mamás no puede seguir siendo el mismo.

Para Doña Galdina, mi mamá.

“Esta usted embarazada”. Esa frase cambia por completo la vida de las mujeres y una vez que la escuchan, ya nada vuelve a ser igual.

A partir del momento en que se enteran de su maternidad, una gran parte de la vida de las mujeres gira en torno a esa condición.

Biológicamente, una vez que los hijos tienen la capacidad de desarrollarse y ser autosuficientes, se supone que las mamás deberían estar en condiciones de retomar su propia vida.

No obstante, la cantidad de ataduras psicológicas que construyen mutuamente las madres y los hijos, hacen que muchas mamás vivan el resto de su existencia en función de su condición de «dadoras de vida». Y si son madres solteras, más.

«Una que es sola», dicen muchas madres solteras «no se puede dar el lujo de pensar en cosas para uno, porque primero están los hijos, y por ellos, uno es capaz de cualquier sacrificio».

Este discurso cae como una pesada losa de concreto sobre los hijos que no sólo no pidieron venir al mundo (o sea, todos) sino que menos solicitaron que su madre hipotecara su propia vida en aras de la supuesta felicidad de los hijos.

«Yo nunca me volví a casar», sentencian, «porque primero estaban ustedes». O si son hijas, con frecuencia fue porque «no las iba a arriesgar a que les faltaran al respeto».

Solteras o no, la carga más pesada de las madrees es la de la culpa por «no atender» a sus hijos. O por dejarlos. O por no estar con ellos. No cabe duda que hay pocos privilegios mayores para los hijos pequeños, que su madre y, en el mejor de los casos, ambos padres, estén cerca de ellos. Pero la adolescencia representa la ruptura paulatina del cordón umbilical entre la madre y los hijos. La separación emocional. Es la situación en la cual la relación se transforma y, como le dijeron a Bambi después de que asesinaron a su mamá, los adolescentes: «tienen que ser valientes y aprender a andar solitos». Con frecuencia, los hijos que tuvieron responsabilidades a edad temprana y se convierten en adultos solventes emocional y económicamente.

Los hijos, normalmente, parten. ¿Y las mamás? Ellas siempre se quedan. Cuando son jóvenes madres, les sucede la frase de Ricardo Garibay: «Y el año entrante llegó, cuando crecieron los niños». Cuando los hijos se van, a veces tardan 20 años en volver, como Totó a Giancaldo en Cinema Paradiso, pero también abundan aquellos que nunca quisieron o pudieron romper el lazo y se transforman en verdaderos Gordolfos Gelatinos con sus mamás, Doñas Naboras (como los personajes de los Polivoces). Numerosas mamás quisieran que el 10 de mayo vinieran sus hijos, se arrodillaran ante ellas y les dijeran «pegue usted madre», de manera que preserve el control de las vidas de ellos y ellas, por los siglos de los siglos.

Ahora bien, en qué momento se pierde la mujer y se transforma en ¿pura Madre? La realidad es que la vida de muchas mujeres es una verdadera ‘madre’ porque pasan, de un día para otro, de ser hijas a ser madres sin dejar de vivir un momento en función de alguien más. Y eso sin contar que, hacia el final de la vida, las mujeres se vuelven a transformar en madres, pero esta vez de sus propios padres.

Por eso, yo propongo que este diez de mayo le regalemos a las mamás la maravilla de dejar de ser madres para que recuerden que son mujeres. He aquí tres sugerencias:

Que se busque un novio. Por alguna razón, para todos los hijos, la madre es asexuada. No es casualidad que en nuestra cultura sea tan importante el binomio madre-virgen. De hecho, la Virgen de Guadalupe, aparece embarazada. Culturalmente, una vez que cumplen su función de madres, si permanecen vírgenes, no importa. ¡Qué súper chinga para las mamás! ¿No?

Así que, ¿Su mamá es soltera, viuda o divorciada? Regálele la bendición de decirle que se busque un novio y que lo disfrute. De paso, está garantizado que se le bajará la histeria. Si funciona este plan, acostúmbrese a llamarla antes de llegar sorpresivamente a su casa, no sea que la vaya a cachar en la maroma con él. Porque, si no lo sabía, su mamá también tiene derecho a echar marometas.

Su papá vive con su mamá. Bueno, a lo mejor sus papás medianamente se dan sus machincuepas (ojalá). Pero entonces, recuerde que su mamá es un ser social, no un antropoide ermitaño que está encerrado en su jaula, perdón, en su casa, por gusto. Usted(es) y su papá regálele que se levante (aunque sea el 10 de mayo) a la una de la tarde. Háganle de desayunar. Mándela a pasear con sus amigas. Y si no las tiene, enséñele a usar el Facebook para que encuentre las de la juventud. Ábrale su blog. ¡Ah! Y la prueba de fuego, sacrifique sus programas para que ella vea lo que se le antoje en la televisión. Es decir, recíclela en la sociedad, o al menos intente hacerlo. Apúntela en clases de algo. Regrésele un poquito de la vida que ella le dio a usted.

La caja más valiosa. Finalmente, regale a mamá una caja grande de autoestima. Eso le va a servir mucho a ella y a usted también. Sobre todo si percibe que hay gente que, como padecía el Chapulín Colorado, «se aprovecha de su nobleza». Una gran cantidad de mujeres se olvidan de su propia existencia y probablemente se nieguen rotundamente a hacer lo que he sugerido. Muchas dirán patéticamente que la verdadera felicidad es ver contentos a sus hijos; por eso en el fondo preferirán seguir ejerciendo su matriarcado con el bastón de mando desde la cocina.

Es tiempo que en este país aprovechemos la fuerza, el carácter, el conocimiento y la entereza de las mamás para que no sólo sean hijas de los abuelos, mamás de nuestros hijos o esposas de sus maridos, sino mujeres creativas y productivas, no trabajadoras domésticas.

Si deveras queremos a nuestras madres, fomentemos que florezcan y vivan, acaso por primera vez en su vida, su propia vida.

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17 comentarios en “TRES REGALOS PARA MAMÁ

  1. Lucy dijo:

    Efren, mis felicitaciones por tan acertado articulo para conmemorar este Dia de las Madres, nada mas atinado que despertar a la mujer que hay dentro de cada madre, y que como bien dices, a veces abusamos darnos latigazos a nosotras mismas, con aquello de que los hijos son primero y resulta que no les ensenemos a valorarnos y nos vean solo como proveedoras y cuidadoras.

    Madres dejemos apapacharnos, y cuando nuestros hijos se ofrezcan a sevirnos la comida o una rica taza de cafe, sentemonos comodamente y disfrutemos el momento.

    • Qué bueno que sea una mamá quien comenta este artículo. Y ojalá empecemos a cambiar esa doble moral de cuidar a las cabecitas blancas el 10 de mayo, para tallarlas los otros 364 días del año poniéndolas a hacer el quehacer. Esa valoración que tú sugieres es, creo yo, la más importante, porque como bien dices, nos pasamos la vida a Dios rogando y con el mazo dando. ¡Un beso y un abrazote!

  2. Mari Zaragoza dijo:

    Alumnito Mío.

    Como siempre me encamtótu texto y reflexionando sobre los múltiples significados de ser madre llego a varias conclusiones en las que puedes estar de acuerdo o no, pero a final de cuentas de esto se trata, de intercambiar puntos de vista y enriquecernos con los de los demás.

    1. Biológicamente ser madre requiere de un inmenso gasto energético antes, durante y después de la fecundación y nacimiento, pero vale la pena, pués la finalidad de los organismos se alcanza: perpetuar la especie y si aporto mi carga genética, mejor.

    2. La maternidad tiene muchas facetas y siento que la ideal es la que se da por elección. Ser mamá implica muchísimas satisfacciones, alegrías y responsabilidades, y lograr sacar a los hijos adelante además de darles las herramientas y oportunidades en muchos aspectos, (académicos, emocionales, económicas, en valores, seguridad en sí mismos, salud, laborales, adaptación, etcétera), no es fácil, además que al final del día nada ni nadie nos asegura que todo saldrá bien y lo que nos mantiene en la lucha es la esperanza, el amor y el optimismo. Si así vivimos aún habiendo elegido ser mamás, imagínate cuando esto se da por irresponsabilidad, descuido, abuso, etc., resulta infinitamente más complicado.

    3. Generalmente cuando se habla de las mamás, se hace como si únicamente viviéramos dando, como si nuestra vida fuera de mártires y se olvida mencionar que también los hijos nos dan y aprendemos mucho de ellos.

    4. La mejor enseñanza y ejemplo que puedo dejarle a mi hija, es que solo hay una vida que hay que vivirla con pasión en todo lo que haga, que antes de ser «lo que sea de», (mamá de, hermana de, esposa de, hija de…), es ELLA, la mujer y la persona; que si ella es feliz, completa, segura, osada, alegre, y leal a ella misma, entre otras cosas; lo más probable es que los suyos vivirán su ejemplo, y si no así ella no habrá desperdiciado su vida y habrá cumplido con SUS propias expectativas.

    5. En fin, es muy importante no esperar recibir una felicitación o regalo del Día de las Madres, si se da, pues bienvenido y a disfrutarlo, pero estoy convencida que resulta muy satisfactorio y bonito regalarnos a nosotras, (aunque sea pleonasmo), no a las madres, sino a la mujeres que somos, porque ser mujer con todo lo que implica esta hermosa palabra, es mucho más que ser madre; y ejemplos hay muchos.

    ¡Ah! Cinema Paradiso es una de mis películas favoritas y su música también.
    Un beso.

    • «Generalmente cuando se habla de las mamás, se hace como si únicamente viviéramos dando, como si nuestra vida fuera de mártires y se olvida mencionar que también los hijos nos dan y aprendemos mucho de ellos.». Exactamente . Vida de mártires. Y la verdad es que a lo largo del día hay muchas oportunidades para no vivir un martirio. Efectivamente, cuando las mamás no lo son por elección, la cosa se complica mucho porque mucha de ellas viven tosda su vida con la sensación ed que hubieran preferido no ser madres y con los pensamientos de «qué hubiera sucedido si…» La aceptación de ser madre es la primera adaptación que sufrenm las mamás. Muchas gracias por escribir y estar presente. ¡Un abrazo!

      • Mari Zaragoza dijo:

        Alumnito:
        En tu respuesta cambiaria el «sufren» por «experimentan», es mas bonito.
        Mil felicidades a Dona Galdina!
        Un besote.

    • Soy una mama’ reciente, Emma tiene solo 15 meses. Me gusto’ mucho tu comentario. Soy mama’ por eleccion y estoy encantada con la experiencia aunque me doy de topes seguido. La maternidad agrego a mi vida un nuevo panorama del «ser mujer» y me hizo descubrir la generosidad.
      Efren no puede ser mama’ pero algun dia, si asi lo desea, sera’ papa’ y le tocara’ hacer que su mujer sea una mama’ completa y feliz.

      • ¡Muchas gracias por pasar por aquí y por estar! Muchas felicidades por Emma y, en efecto, trato de hacer lo que comentas, tengo dos hijos y uno de los principales retos del hombre es cointribuir a que las mujeres puedan realizarse y ser felices.

  3. Ernesto dijo:

    Para no perder la costumbre mi buen Efren, maravilloso ensayo!
    Si me lo permites, creo que mucho de lo que dices (y totalmente cierto) radica en un tema de cultura. Desafortunadamente la sociedad machista y retrograda en al que vivimos en este país vive como bien lo mencionas, con la creencia de que las madres son asexuadas, perpetuas nanas de sus nenes, ermitañas y eternas silicio adoras de problemas (grandes y pequeños). Así nos lo enseñan a todos, así lo asumen las madres y así lo vivimos en la cultura latina en general.

    Sin demeritar lo que propones arriba me encantaría sugerir un cuarto regalo, que a la postre, no sol aplica para el 10 de Mayo, sino siempre: fomentemos en nuestras maravillosas madres el que tengan un hobbie, el que además de su trabajo ( idóneamente fuera del hogar), el que tengan un pasatiempo las mantendrá ocupadas, activas, con la mente ágil y es un maravilloso pretexto para que se dediquen tiempo con cierta frecuencia para ellas mismas.

    Como siempre, un placer leerte, un abrazo!

    • ¡Muchas gracias, querido Ernesto! Cuánta razón tienes en que es necesario procurar a las mamás un tiempo libre de calidad que les permita ser felices y no pasar la vida atendiendo a otras personas. En realidad, somos nosotros quienes probablemente pudiéramos empezar a fomentar esa nueva cultura de las mamás activas, productivasy con gustos e intereses propios. Este ´país deberpía usar muchísimo más las habilidades y los conocimientos de las personas mayores, sobre todo par no deshecharlas de la sociedad, sio para que fueran parte fundametal de ella. ¡Un abrazo, y por acá nos seguinmos viendo!

  4. José Manuel González Contreras dijo:

    Estimado Efrén.-
    Gusto de leerte, es más que excelente tu encayo. Mary me comentó de la comida de hace como 1 mes, comida que bien sabrás me habría gustado estar. Espero que sepas quien te escribe. Soy Pepe, fui maestro física y matemáticas en el liceo allá por los 85-86’s.
    Siempre es gratificante un reencuentro, te saludo con afecto y felicidades por tu ensayo.

    • ¡Muchas gracias, querido Pepe! Nunca olvidaré tus class, en especial conocimientos como el Teorema de Pounchon ¡y el Del Punto Gordo! Pero sobre todo, me da mucho gusto reencontrarte y espero que seas visitante asiduo a este espaciom que es de todos ustedes. ¡Muchísimas gracias!

  5. Juan Pablo Aranda dijo:

    Estimado Efrén,

    Rato sin verte. Antes que nada, un saludo afectuoso.

    Aunque en el fondo podría llegar a coincidir con tu postura, el binomio mujer-madre no deja de parecerme artificial y, por tanto, un tanto simplista. Si bien es cierto que en ciertas sociedades en vías de civilizarse aún se encuentran mitos y costumbres fundamentalmente incompatibles con una visión moderna de la dignidad del ser humano (hago énfasis en la a-sexualidad del término), cierto es, asimismo, que las sociedades modernas, de la mano del feminismo contemporáneo, siguen debiendo a las mujeres una definición, una teoría comprehensiva y consistente de la mujer que le permita absorber, de una forma orgánica, la compleja red de relaciones (madre, hija, hermana, esposa, profesional) que experimenta la mujer en su vida.

    La dificultad, pues, que emerge en el estudio del binomio que propones, me parece, no deriva simplemente de la negativa de la madre a ser mujer, sino al empalme de dos tradiciones, hasta hoy irreconciliables, al interior de cuyo enfrentamiento «sobrevive» hoy el género femenino. Esta crisis, si es válido hablar en dichos términos, no es privativa de las mujeres: la definición de la masculinidad está, al mismo tiempo, en crisis. Lo mismo puede decirse de la inclusión de sociedades homosexuales, que han transformado, asimismo, la definición misma que tenía, sobre sí mismo, el ser humano. Lo que encontramos, en conclusión, es la crisis producida por el enfrentamiento de tradiciones, cosmovisiones e, incluso, sistemas metafísicos. En este sentido me parece que tu análisis, aunque pretende abordar el problema, lo hace de forma tangencial, arriesgándose a quedar alineado como una idea más en conflicto con las demás.

    Un último comentario. No puedo dejar de pensar que la analogía que sugieres entre la cultura de la madre en México y la Virgen de Guadalupe no sólo es equívoca, sino insostenible. La mística detrás de la Virgen de Guadalupe es ajena e, incluso, contraria, al binomio madre-virgen. Me parece que una lectura más justa, más cercana a una mariología bien entendida, sugeriría precisamente lo contrario: es justamente la en excepcionalidad mariana donde se confirma el valor de la sexualidad. La virginidad no es un patrón, una conducta a seguir, un modelo moral, sino la unicidad que produce el milagro, la irregularidad que conduce a lo extraordinario, en una palabra, a lo que va más allá de lo humano. Si el binomio que propones (madre-virgen) tiene un origen, de ninguna forma puede empatarse con el Guadalupanismo católico (nótese la importancia del término «católico»).

    Espero sea éste el restablecimiento del inteligente diálogo que desde hace años hemos mantenido, si bien de forma intermitente.

    Un abrazo.

    • No puedo menos que decir que es una verdadera bendición que alguien tan ilustrado como tú se tome el tiempo y la molestia de hacer una reflexión tan profunda. Al final, la verdad es que el texto que escriboes una simple propuesta, una provocación que tiene la esperanza de que quienes pasan por aquí manifesten su agrado, su desagrado, y, ¡qué mejor! su disentir para formar debate, para formar opinión, para formar ciudadanía. Estos son los foros en los que se fragua la reflexión. Es bueno salir a la calle con pancartas, pero es mejor, creo yo, tener el hábito de escribir y manifestar el pensaiento.

      Dices que el tema refleja «la crisis producida por el enfrentamiento de tradiciones, cosmovisiones e, incluso, sistemas metafísicos». Es verdad. Sólo planteo la posibilidad de que, desde nuestras familias, desde nuestros hábitos individuales, reconozcamos a la mujer que hay en cada madre. Este es un blog profundamente liberal. Busca la acción individual y considera que esa es la única que puede llevar a una acción social que trascienda. Ý la promera acción es la reflexión, luego la comunicación y posteriormente, por qué no, la redefinición social. Gracias por estar aquí, grtacias muchas por tu tiempo desde Canadá. Es un verdadero milagro que este material haya sido comentado por varias pérsonas desde Canadá hastya Argentina. Así que sólo me queda mandarte un gran abrazo e invitarte a que pases por aquí siempore que puedas. ¡Y felicidades a Lucía, que tiene poco de haberse estrenado cono mamá!

  6. Cecilia Aguilar dijo:

    Tu artículo muestra de una manera sencilla, las aristas generales de la maternidad mexicana. Y en definitiva, las mamás también -y antes que todo- somos mujeres en el sentido amplio de la palabra. Conste que no dije «super-mujeres», pues también nos cansamos, nos aburrimos, nos fastidiamos, nos preocupamos. Tener hijos es una gran satisfacción y mirarlos crecer recompensa toda la energía y amor invertidos. Y estoy totalmente de acuerdo contigo en que hay que agregar a la ecuación la realización como mujeres para ser mejores madres, esposas, amigas, amantes. Y si un hijo tiene una mamá que viva en plenitud, podrá tener el mejor legado para su vida presente y futura: autoestima, carácter, decisión, fuerza, amor propio. Gracias por esta reflexión y felicitaciones para todas las madres!!!

    • ¡Muchas gracias por estar aquí siempre! Los estereotipo de mamá han reducido las posibilidadesde las mujeres de realizarse como mujeres. El peso de la cultura es fuerte. Pero hay muchas otras que han logrado trascender el papeñ de madres y llevarlo a la par que su vida de mujeres contentas, satisfechas. Ojalá cada vez haya más mujeres de estas que celebren no sólo ser mamás, sino que han conquistado su propia veida. ¡Gracias gracias gracias!

  7. ana dijo:

    Soy argentina ,nuestro día de la madre es el tercer domingo de octubre.
    Mucho tiempo después me enteré de que el dìa de la madre en el resto del mundo era el dìa en que naciò mi primer hijo.
    Flor de regalo ,no?

    • ¡Muchas felicidades Ana! El 10 de mayo te graduaste cono mamá. ¡Y felicidades a tu bebé, que ya viene su cumpleaños! Gracias por estar aquí y por leer. ¡Ojalá sigas visitando este sitio, que es tuyo!

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